Kilkenny

La fábrica de cerveza de Kilkenny fue fundada en 1710 por John Smithwick, sobre las ruinas de una abadía del siglo XIII. Era conocía comúnmente como Abadía de San Francisco y produce cervezas de color rojizo con un sabor amargo y acidulada, suavizado por algunos toques de caramelo. Tuvo tanto éxito que la cerveza de Kilkenny se convirtió en una de las joyas de la corona de la ciudad condal más medieval de Irlanda. Kilkenny se inspira en estos verdes paisajes, surcados por bucólicas callejuelas y salvajes cursos de agua. El innegable encanto y la agitada historia de esta región han forjado el carácter de esta cerveza ancestral, rica en camaradería a la gloria de san Canice, fundador del monasterio. Kilkenny tiene un color rojo muy intenso, con un sutil matiz rojizo. La crema es ligera y casi afrutada, lo que la convierte en una gran bebida para calmar la sed. Su reputación refleja sus orígenes irlandeses y sus impresionantes paisajes. Saborearla es sumergirse en ella. Ríos caudalosos y auténticos paisajes verdes le confieren un carácter salvaje, cargado de historia y valentía.